domingo, 15 de febrero de 2009

El difícil arte de crearte tu propia máquina de videojuegos

Antiguamente, antes del advenimiento de las tarjetas aceleradoras 3D, comprarse un ordenador con la mente puesta en los juegos no era tan complicado como ahora. A fin de cuentas, todo consistía simplemente en tener un buen procesador, mucho disco duro y mucha memoria RAM. La tarjeta gráfica era importante, pero como todos los cálculos del juego los hacía el procesador para jugar te bastante tener una tarjeta VGA más o menos curiosa y poco más. También las tarjetas de sonido eran importantes, pero llegaron a estar tan popularizadas que a nadie se le ocurría comprarse un ordenador sin tarjeta de sonido salvo que fuera un ordenador única y exclusivamente pensado para el mundo de los negocios o como servidor, donde no se necesita que suene nada.

Esto tenía una implicación muy positiva. Si te comprabas un ordenador nuevo, el que fuera, significaba que podías jugar a todos y cada uno de los juegos que había en el mercado, y podrías durante más o menos tiempo dependiendo de cómo de bueno hubiera sido el ordenador comprado.

Sin embargo, desde que salieron las aceleradoras 3D la cosa ha cambiado. Salvo para trabajos muy concretos, las aceleradoras gráficas no sirven para nada excepto para los juegos. Son caras, y los juegos nuevos están pensados para los jugadores más comprometidos, es decir, los que están dispuestos a sacrificar otras cosas en aras de tener un ordenador más potente para mover sus juegos.

Es por eso por lo que si te compras un ordenador nuevo hoy, es muy posible si no te has preocupado de la aceleradora que sea incapaz de mover los juegos no ya actuales, sino juegos con uno o más años a sus espaldas.

Quizá ese sea un problema de la supuesta crisis del PC, que si te vas a las ofertas del MediaMark o del Carrefour lo raro es que esos ordenadores están pensados para los juegos y para abaratar costes la aceleradora gráfica sea la gran sacrificada. A fin de cuentas, "¡512 Gbytes de disco duro!" suena a un neófito mucho más interesante que "¡aceleradora nVidia 280GT!", del mismo modo que cuando yo voy a comprar una cámara de fotos sé que 10 megapixels es más y mejor que 6 megapixels, pero no tengo ni idea si llevar óptica Karl Zeiss es bueno o no. Demonios, hasta hace nada ni siquiera sabía qué significaba que una cámara fuera reflex, sólo que debía ser bueno porque estas son más caras.

Siempre he dicho que la mejor plataforma de juegos es el PC, pues es el más versátil y potente. Pero por desgracia es el sistema más complejo de construir y mantener. Sin embargo, para aquellos que quieren meterse en el mundo de los videojuegos para ordenador (recordemos, la mayoría de los principales avances de videojuegos de los últimos 10 años han venido del mundo PC) pero les da miedo equivocarse con los componentes o no comprar lo adecuado hay ayudas.

¿En qué estoy pensando? Pues en un libro (en inglés, eso sí) dedicado en exclusiva al PC como máquina de juegos. Abarca tanto la sección hardware, necesaria para todos aquellos que no entiendan mucho sobre componentes para ordenador como aquellos que se consideren un poco obsoletos, como la sección de juegos propiamente dicha, desgranando varios títulos y ofreciendo consejos y trucos tanto de estos como de sistemas como Steam y demás.

El libro, eso sí, está en perfecto inglés, y puede comprarse tanto desde Amazon como desde la misma web del libro. En cualquier caso, os dejo el enlace a la web del mismo, pues ahí encontrarás muchísima más información, como la tabla de contenido del libro, un enlace al libro en la web de Amazon o la posibilidad de comprarlo directamente a ellos, e incluso 6 páginas en formato pdf para que puedas echarle un buen vistazo a cómo trata los distintos temas.

ENLACE: http://custompcbooks.co.uk/

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