lunes, 8 de septiembre de 2008

Cuando los videojuegos te enseñan a salvar vidas...

Cuando creé este blog hace ya una semana me dije a mí mismo que iba a intentar ser original. Lo haría mejor o peor, podría tener un éxito tremendo o que sólo me leyeran mis familiares más allegados, pero que fuera lo que fuera lo que escribiese sería mío. Para hoy tenía pensado escribir la segunda parte del artículo sobre el PC Fútbol que empecé a escribir ayer, pero en vez de eso voy a hacer una excepción y voy a fusilar un post en uno de los muchos blogs que visito a diario, porque creo que el mismo lo merece y porque creo también que yo no tengo nada más que comentar que no lo haga el autor original.

El pasado 27 de Agosto, sobre las 9 de la noche, la familia Norris, se disponían a visitar a unos parientes de Illinois, entre los que ignoramos si se encontraba el tío Chuck o se encontraba dando patadas giratorias. Papá y mamá Norris cantaban para hacer menos soporífero el viaje a sus tres retoños, “Alabaré, alabaré… alaaaaabaré a mi Señor”… cuando de repente el Jeep Grand Cherokee en el que se desplazaban se encontró de frente con un ciervo y, haciendo caso omiso a los consejos ofrecidos en Planet Terror, el señor Norris improvisó una maniobra de escape que le llevó a salirse del arcén, chocar contra un quitamiedos y dar más de veinte vueltas de campana, según testigos presenciales, hasta quedar parado y con el techo en aplastando un campo de legumbres a más de 200m. del lugar del incidente.

Imaginad el cuadro: papá Norris empotrado en el volante, mamá Norris con medio cuerpo saliendo por la ventanilla, los hermanos pequeños con pipí encima. Gracias a la heroicidad de la pequeña Audrey, que en tales momentos de angustia supo mantener la cabeza fría y a través de la luna trasera, destrozada a causa del impacto tras 50 vueltas de campana, escaló hasta salir del vehículo y desde allí consiguió rescatar a sus padres y a sus dos hermanitos.

Mamá Norris, en unas declaraciones posteriores al accidente, se ha declarado conmovido por el heroico acto de su hijita y, preguntada sobre las motivaciones que han llevado a una jovencita de 11 años a escalar por la ventanilla trasera del vehículo y rescatar a toda su familia, mamá Norris no dudó en responder (esto es real):

Ella sólo sabía cómo hacerlo, por jugar a Grand Theft Auto. Allí vio que cuando un coche se gira puede explotar y sabía que nos podía pasar a nosotros

La moraleja, amigos míos. Hasta del mismísimo Satanás se pueden aprender actos valerosos, actos por los que una madre se pueda enorgullecer de sus hijos; hasta de las historias más sangrientas se pueden sacar enseñanzas que nos sean útiles para sobrevivir en las circunstancias más extremas. Alabad conmigo al Señor, hermanos. Alabad a Rockstar.

El artículo original (que como digo, está fusilado aquí menos el principio) lo podéis encontrar en Akihabara Blues.

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