jueves, 11 de septiembre de 2008

Independiencia vs imparcialidad

Una cosa que siempre me hace gracia en general y sobre los videojuegos en particular es que cuando un medio (sea escrito, on-line, por televisión o un humilde y prácticamente anónimo blog como el mío) afirma ser independiente mucha gente entiende que está diciendo que es imparcial.

Pues me temo que no es así. Según la tercera acepción de la RAE, independiente es que sostiene sus derechos u opiniones sin admitir intervención ajena, mientras que según también la tercera acepción de imparcial, es que no se adhiere a ningún partido o no entra en ninguna parcialidad.

Hablando de mi caso concreto, yo me temo que soy independiente. No admito que nadie altere de ninguna forma mis opiniones, aunque si bien todo hay que decirlo nadie ha intentado, al menos en el tema de los videojuegos, alterarla.

Sin embargo, no soy imparcial. Tengo mis ideas, mis opiniones, y por lo tanto lo que digo en cierto modo es partidista. Nadie me ha dicho todavía que se me ve el plumero, pero si tuviera más éxito entre las masas mi blog seguro que no tardaba en aparecer alguien. Pues bien, para que te puedan decir que "se me vea el plumero" es necesario que intentes tener dicho plumero oculto. Y no, no es el caso.

Tampoco soy un fanático, que conste. Yo soy jugador de PC de toda la vida, defenderé esta plataforma siempre que pueda, claro, pero siempre que encuentre también argumentos a favor que me resulten razonables. Del mismo modo que en su momento defendía al Spectrum hasta que ya no encontraba la forma de hacerlo más (eso sucedió por 1992).

Sin embargo, no me gustan en general las consolas. Nunca me han gustado. Cuando era pequeño, tenía que elegir entre consola y ordenador. Los juegos de consola eran más caros que los de ordenador, y además no se podían piratear (cuando era pequeño y mis padres me daban 100 ptas para compartir entre mi hermano y yo, eso significa que para ahorrar las 5.000 ptas que te podía llegar a costar un juego de SNES necesitabas 50 semanas de no gastar nada. No quiero con esto justificar la piratería, pero en su momento si queríamos jugar a más de un juego por año no nos quedaba más remedio que tirar por ese camino).

Pero el principal motivo era que con las consolas sólo se podía jugar. Y nada más. Puede que a la mayoría de jugadores actuales eso les parezca perfecto, pero a mí siempre me gustaron los ordenadores, hacer cosas con ellos, cacharrear, programarlos... y eso con una consola no se podía.

Después... me fui aficionando a los juegos de estrategia, a las aventuras gráficas y a los juegos tipo Doom (vamos, de pegar tiros). Es decir, juegos que están pensados para jugar con teclado y/o ratón. Por eso, cuando salieron las consolas de 32 bits, pese a tener la PSX en casa por mi hermano, seguía jugando con mi 486.

De las consolas de nueva generación, la única que me gusta es la PS3, y me gusta principalmente porque tiene reproductor de Blu-ray (por eso la 360 ni siquiera es una opción para mí, y la Wii... ya he dicho que la vendo y por qué la vendo).

Esa es mi opinión. Como veis, no soy imparcial, pero mientras no la cambie sin dar argumentos convincentes, siempre podréis estar seguro de que soy independiente.

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