domingo, 21 de septiembre de 2008

Hasta el gorro de los tutoriales

Antiguamente los juegos eran muy directos, bastante sencillos de jugar. Seguían un poco el principio de las máquinas recreativas, de forma que aunque dominar un juego pudiera costarte mucho tiempo, con la primera partida ya habías pillado los rudimentos básicos del mismo y podías hacer un decente papel.

De hecho, en los tiempos de los 8 bits, lo normal es que el manual del juego fuera la contraportada de la carátula de la cinta de cassette y ya. Pero es que tampoco se necesitaba más.

Poco a poco, a medida que las plataformas domésticas se iban popularizando y el hardware avanzando, los juegos fueron complicándose, y con ello los manuales fueron creciendo de tamaño hasta convertirse en algunas ocasiones casi casi en libros de texto.

Entonces, lo que empezó a popularizarse fueron los tutoriales. Todo el mundo sabe que el manual es lo último que se lee, si es que alguien llega a leerlo, por lo que si es el propio juego el que te explica cómo se juega te podías ahorrar un dinerillo en costosos manuales, hacer las cajas más pequeñas y ligeras (con el consiguiente aplauso de los grandes almacenes y tiendas) y gracias a ello ser más ecológico.

Sin embargo, algunos juegos (pienso ahora mismo en la serie Call of Duty) te obligan a chuparte el tutorial por narices. Los hay que si no te lees el manual el tutorial es bastante recomendable (la primera partida a un Europa Universalis es demoledora en todo el mundo), pero concretamente el Call of Duty es un caso que me desespera, puesto que a fin de cuentas se trata de pegar tiros y eso todo el mundo sabe sin necesidad de hacer un tutorial.

Con el título de este post podría dar a entender que no quiero que haya tutoriales o que me parece mal, ¿no? Pues no. No son los tutoriales en sí lo que me fastidian, sino que haya juegos que te obliguen a jugar el tutorial, aunque seas ya un experto consumado en ese tipo de juegos.

Los tutoriales son eso, tutoriales. Hay gente que los necesita y hay gente que no. Hay juegos que las primeras misiones o campañas son de tutorial y te lo tienes que tragar (no puedes evitarlo), incluso cuando te has pasado el juego y quieres volverlo a jugar.

¿Tan difícil es dar el tutorial como opcional? ¿Por qué me obligan a "estudiar" algo que ya sé de sobra? No abogo por la abolición de los tutoriales, sólo digo que estos se dejen como algo opcional, que lo siga el que crea que lo necesite y que pase de él el que crea que no.

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