Pagar justos por pecadores

Sobre el tema de la piratería habría mucho de qué hablar. Se puede discutir sobre si está bien o está mal, si se destruye la industria de los videojuegos o cuánta gente se queda en la calle debido a ella, si las causas de la piratería son los altos precios de los juegos o los altos precios de los juegos hacen que haya piratería...

Sin embargo, todas estas cuestiones las dejo para otra ocasión. Hoy me gustaría hablar sobre qué hacen las compañías de videojuegos para luchar contra la piratería, centrándome principalmente en la plataforma PC que es la que más me gusta y la que (se dice) es la más amenazada por ella.

Recuerdo en los tiempos de los 8 bits cuando el rey era el que tenía un radiocasette (¡o una minicadena!) con doble pletina, porque este podía grabarse todo lo que quisiera (lo normal era la música, claro. Pero también las cintas con los juegos). Después... no recuerdo cómo lo hicieron, pero eso así ya no funcionaba y los juegos originales que te dejaban los amigos no se podían copiar de esta manera.

El caso es que con los PCs era distinto. Te instalabas el juego en tu disco duro y con utilidades como el ARJ te lo comprimías y ya tenías copia de seguridad (que poder prestar o pedir prestado, claro). De estos tiempos son los sistemas anticopia basados en el manual, de forma que el juego nada más arrancar te preguntaba por qué palabra o símbolo había en tal parte del manual y si no lo ponías bien pues no funcionaba (en este Lucasarts era realmente original con la rueda del Monkey Island o el sistema del Indiana Jones y la Última Cruzada).

Entonces vinieron los CD-ROM. Esto ya era un problema, porque en un CD-ROM cabían 650 MBytes de datos cuando los discos duros rara vez pasaban de los 512 MBytes (el mío tenía 340 megas y era considerado como "grande"), por lo que ya no podías hacer la copia de seguridad. Y además, las grabadoras de CD-ROM eran algo que no se podía permitir cualquiera (probablemente costaran más que el mismo ordenador), los CDs vírgenes eran caros y además la probabilidad de que una copia fallara era bastante elevada (vamos, que levante la mano el que nunca haya tenido problemas de buffer underrun).

Precisamente como los juegos en CD-ROM ocupaban demasiado para los discos duros de la época, lo que se solía hacer era instalar el juego en sí (los binarios) y dejar el resto de los datos (gráficos, vídeos, sonidos) en los CDs a los que se accedía al arrancar el juego, y así uno que podía ocupar 120 Mbytes al instalarlo sólo te ocupaba dos o tres megas.

De esta forma, mientras las grabadoras fueran tan inasequibles y los CDs vírgenes tan caros, no había prácticamente piratería de los juegos de PC en CD-ROM. Precisamente por eso, si coges un juego de mediados de los 90 en CD-ROM no tiene ningún tipo de sistema anticopia. No tenía sentido calentarse la cabeza en crear uno o pagar a alguien que ya lo tuviera para poder implementarlo en tu juego porque nadie (o prácticamente nadie) se lo iba a copiar.

Pero los años iban pasando, los discos duros eran cada vez más grandes y rápidos. Un disco duro es considerablemente más rápido que una unidad de CD, así que cuantos más datos se instalaran en el disco duro y menos se tirara del CD mejor. Esta tendencia se fue afianzando hasta que finalmente llegamos a los años en que los juegos cuando se instalan se copian íntegramente en el disco duro y sólo se tira de él.

Sin embargo, las grabadoras también fueron reduciendo su precio, y lo mismo los CDs vírgenes. Cada vez era más barato piratear un juego, y las compañías se dieron cuenta de ello. Empezaron a utilizar sistemas de anticopia que hacía que si utilizabas programas como el Nero y demás el CD copiado no funcionara (no voy a meterme en cómo lo hacían, dejémoslo en que las copias no funcionaban).

Y así llegamos a los tiempos en que los juegos cuando se instalan se copian al 100% en tu disco duro, y cuando juegas con ellos tienes que introducir el CD/DVD del juego para que este vea que está ahí y es el original y a partir de ahí nos olvidamos de él. Pero por desgracia, algunos no se quedan ahí. Hay sistemas anticopia que te miran el disco duro para ver qué tienes, y como descubra programas que no le gustan directamente no funcionan hasta que no elimines estos programas (eso me ha pasdo por ejemplo con el Splinter Cell).

Y ahí está mi queja. Primero, que pese a que el juego está 100% copiado en mi disco duro tenga que estar introduciendo el juego en mi unidad lectora. Me podrán decir los desarrolladores que no tienen otra forma de comprobar que el juego me lo he comprado original. Ya, pero si el juego me lo descargo (gratis) por Internet lo normal es que te venga o ya crackeado o con un crack que haga que no necesites meter ningún CD. Es decir, ¿quiénes sufren el incordio de estar metiendo el CD? Los usuarios que (no lo olvidemos) compraron el juego, no los que lo piratearon.

Es como cuando vas al cine y ves al menos un anuncio diciendo que no piratees. Y si compras la misma película, a veces tienes el mismo anuncio. En cambio, si vas a Internet y te la descargas, no los tienes. Así que el mensaje de "Ahora la ley actúa" sólo lo ven los que han pagado por el producto. Y por lo tanto son los usuarios legales.

O como cuando Sony sacaba CDs de música con sistema de protección anticopia que te impedía, por ejemplo, reproducir el CD en tu ordenador. Sin embargo, los que podías comprar en el top manta no tenían ese problema (y no digamos ya los que se descargaban las canciones en MP3), así que los que no pagaban por el producto original tenían más ventajas que los que sí pagaban.

Por favor, desarrolladores, entiendo que necesitéis cubriros contra la piratería, que todo aquel que disfruta gratis de vuestro juego es un dinero que no recibís por vuestro trabajo y esfuerzo. Pero no hagáis que los que sí compramos vuestros juegos paguemos por ello. No nos hagáis deseable (¡o incluiso obligarnos!) a descargarn versiones piratas crackeadas de un juego que hemos comprado original por todas las trabas que ponéis para evitar la piratería. Recordad que los usuarios que comprado el juego son los que os dan de comer, no incordiéis a los que han pagado para luchar contra los que no lo han hecho.