domingo, 23 de noviembre de 2008

Alice

Hoy me gustaría hablar de un juego que seguramente nadie de los que me lee conozca. El juego es antiguo, concretamente salió al mercado en el año 1984 y sólo para el Macintosh. Para entender esta historia, hay que entender lo que pasaba en aquel entonces en el mundo de la informática. Apple había sido la compañía líder del mundillo hasta la aparición del IBM PC en septiembre de 1981. Sin embargo, la empresa tenía tres balas en la recámara, el Apple III que les salió rana por algunos errores de diseño bastante graves, el Apple Macintosh que era un pequeño proyecto que varias veces estuvo a punto de ser cancelado, y la joya de la corona, el ordenador llamado a revolucionar el mundo, el Apple Lisa.

Steve Jobs (sí, el actual presidente de Apple y el que hacía el papel de malo en la historia que escribí sobre el Breakout de Atari) inicialmente estaba trabajando en el proyecto Lisa pero por circunstancias de la vida le echaron del mismo y, tras estudiar el proyecto Macintosh, decidió entrar en él y dirigirlo. Desde ese momento, el Mac luchó para convertirse en lo que el Lisa pretendía ser, el ordenador estrella de Apple y el que cambiaría el mundo.

Los dos ordenadores llevaban interfaz gráfico y se manejaban con ratón. Hoy no se entiende un ordenador sin esas cosas, pero hasta la salida del Macintosh en enero de 1984 el gran público ni siquiera sabía lo que era un ratón. De hecho, sólo había habido dos ordenadores comerciales con interfaz gráfico antes del Macintosh, el Xerox Alto que fue el primero y el Apple Lisa que fue el segundo. Ninguno consiguió captar mucha atención (bueno, el Lisa sí, pero era un ordenador pensado para el mundo de los negocios y era excesivamente caro, por lo que fue un fracaso comercial enorme).

Todas estas historias se explican en la web www.folklore.org, proyecto realizado por Andy Hertzfeld que fue el primer hacker de Mac y uno de sus primerísimos programadores cuando el ordenador sólo era una placa con un montón de chips y cables soldados a mano.

Tras explicar todo esto, pasamos a la historia de hoy. Es una traducción mía del original Alice de la web de folklore, escrito por Andy Hertzfeld. Espero que os guste:

Pese a que Bruce Daniels era el jefe del grupo de software del Lisa pasaba mucho tiempo ayudándonos en el proyecto Macintosh. Había escrito el editor de textos en modo gráfico que estábamos utilizando en el Lisa para escribir todo nuestro código, e incluso había estado transferido al grupo del Mac como un simple programador durante algún tiempo en el otoño del 81 hasta que decidió que prefería más gestionar el grupo de Lisa. De todas formas, de vez en cuando nos visitaba para ver qué cosas nuevas íbamos sacando, aunque en una ocasión fue él quien tenía algo para enseñarnos a nosotros.

"Tienes que ver el nuevo juego que
Steve Capps ha hecho", me dijo mientras conectaba su disco duro a mi ordenador. Arrancó el sistema de monitor de desarrollo del Lisa, el cual tenía un interfaz de usuario basado en texto similar al UCSD Pascal, y ejecutó un programa llamado Alice. Steve Capps era el número dos del equipo de impresión del Lisa y había llegado a Apple en septiembre de 1981. Yo le había visto ya antes por aquí pero nunca había llegado a hablar con él.

La pantalla se puso negra y entonces, después de unos pocos segundos, un tablero de ajedrez tridimensional bastante inclinado ocupó casi toda la pantalla. En la parte trasera del tablero había un conjunto de pequeñas piezas de color blanco colocadas en su posición de salida. De repente, las piezas empezaron a saltar por el aire dibujando largos arcos parabólicos, haciéndose más grandes a medida que se iban acercando, dando sensación de profundidad.

Al poco quedó sólo una pieza de cada tipo, todas con formas humanas escepto la torre, alineadas en la primera fila del tablero y esperando a que el jugador pinchara en una de ellas para empezar el juego. Con su elección el jugador pasaría a ser una pieza de ese tipo, así que pensé que lo más sencillo sería encarnar la pieza con más posibilidades, esto es, la reina.

Tras la elección, las piezas saltaron a su positicón natural a lo largo del tablero, y entonces apareció delante de nosotros la imagen de una niña con un vestido infantil de época en clara alusión a la Alicia del cuento
Alicia en el país de las Maravillas de Lewis Carroll, dibujada con el estilo clásico de las ilustraciones de John Tenniel. Alicia se colocaba en la posición de la pieza que hubieras elegido siempre de espaldas a ti.

Un marcador de tres dígitos, renderizado con una fuente de letra larga, ornamentada y de aspecto gótico, apareció cerca de la parte superior de la pantalla, y entonces el juego empezó de verdad, con las piezas de ambos bandos saltando en el aire, una cada vez, en una rápida sucesión. Si te quedas demasiado tiempo quieto sin moverte, una pieza enemiga acabaría saltando a la casilla de Alicia, capturándola y acabando el juego.

No era difícil imaginarse que si pinchabas en una casilla que implicara un movimiento legal Alicia saltaría hasta ella, por lo que no era demasiado complicado ir saltando para evitar a las piezas enemigas. Si dirigías el salto a una casilla ocupada por otra pieza antes de que esta se moviera, la "comías" y entonces recibías puntos por ello, y ganabas el juego si Alicia era la única pieza que quedaba en el tablero.

Estaba impresionado por la prodigiosa creatividad requerida para reconvertir el mundo de Alicia en el país de las maravillas en un juego tan bonito de ver y divertido de jugar. Alicia era muy adictivo, aunque se necesitaba práctica para ser capaz de sobrevivir durante más de unos pocos minutos. El juego estaba hecho en el Lisa, así que para nosotros era obvio que teníamos que tenerlo funcionando en el Mac tan pronto como fuera posible.

Bruce Daniels parecía encantado de que nos gustase el juego. "Capps probablemente podría portar el juego al Mac", nos dijo, anticipándose a lo que estábamos pensando. "¿Crees que podríais dejarle algún prototipo?"

Todo el mundo estuvo de acuerdo en que efectivamente deberíamos dejarle a
Capps un prototipo ya. Yo acompañé a Bruce Daniels de regreso al edificio del Lisa (en el cual cualquier empleado fuera del proyecto tenía que ser "escoltado" por un miembro del equipo) y finalmente conocí a Steve Capps, el cual parecía una persona tranquila y amistosa con un humor muy modesto. Esa misma tarde fuimos a las Texaco Towers, le dimos nuestro prototipo y le respondimos unas cuantas preguntas técnicas sobre las direcciones de pantalla y el entorno de desarrollo. Me aseguró que no le llevaría mucho tiempo hacer el port.

Dos días después,
Capps vino a presentarnos un disquete con el nuevo port del Alice, ahora ejecutándose en el Macintosh. Funcionaba incluso mejor que en el Lisa, puesto que el procesador del Mac es más rápido y permitía animaciones más fluídas. Al poquito casi todo el departamenteo de software jugaba durante horas al Alice.

A las pocas semanas yo ya debía haber jugado cientos de veces al
Alice, pero la más prolífica jugadora era Joanna Hoffman, la primera persona de marketing que tuvo el proyecto Mac. A Joanna le gustaba darse una vuelta por el área de software al final del día para ver qué habíamos hecho nuevo, y desde que conoció el Alice normalmente terminaba jugando al juego durante un buen rato. Tenía un talento natural para el juego y disfrutaba combatiendo el stress machacando las piezas de ajedrez rivales. De hecho se lamentaba que el juego fuera tan fácil, por lo que Capps le acabó metiendo algunas cosillas extra para aumentar la dificultad y hacer que el juego siguiera siendo un reto para ella, lo cual fue probablemente un error porque hizo que el juego fuera mucho más difícil, quizá demasiado para los jugadores "normales".

Steve Jobs no había jugado al Alice mucho, pero aun así estaba realmente impresionado por lo bueno que era el juego. "¿Quién es este tal Capps? ¿Por qué está trabajando en el Lisa y no con nosotros?" dijo tan pronto como vio el programa, pronunciando la palabra "Lisa" con un deje de desprecio. "¡Tenemos que traerle al grupo del Mac!".

Pero el Lisa todavía estaba a meses de salir al mercado, y
Capps era necesario para finalizar el software de impresión, por lo que Steve no podía traspasarlo a nuestro grupo en aquel momento. Un fin de semana Steve Jobs fue a ver a Capps en Los Gatos y le dijo "¡No te preocupes, el equipo del Mac te va a conseguir pescar!". Finalmente, se alcanzó el compromiso de que Capps sería traspasado en enero del 83 después de que la primera versiónd el Lisa fuera terminada.

Capps rápidamente se convirtió en un componente crucial del equipo del Mac, añadiendo frescura, energía y talento y ayudándonos a finalizar el conjunto de herramientas y el Finder mientras trabajaba también en otros temas como el disco de presentación. Pero también conseguía encontrar tiempo para embellecer aún más el Alice con algunos añadidos espectaculares.

Un día me enseñó el menú oculto tras el gráfico del gato
Cheshire, el cual te permitía ajustar varias preferencias. Alice no tenía una barra de menú, por lo que tenías que averiguar tú dónde podías ajustar las preferencias. Concretamente, se hacía pinchando en el marcador de la parte superior de la pantalla y entonces te aparecía un detallado gráfico del gato Cheshire inspirado en el de John Tenniel, y las preferencias se cambiaban pinchando en diferentes partes del cuerpo del gato. Capps también hizo un delicioso y cuco dibujo del gato Cheshire como icono del programa Alice.

Con el tiempo fue añadiendo nuevas e interesantes variaciones que se invocaban pinchando en varias partes del gato, como por ejemplo una en la que hacía que varias casillas del tablero desaparecieran aleatoriamente, de forma que la desafortunadas piezas que estuvieran allí cayeran al oscuro abismo de debajo. También le añadió al juego una característica sugerida por
Woz: cuando el cursor se moviera hacia la parte de arriba del tablero se fuera haciendo más pequeño para dar así sensación de profundidad.

En el otoño de 1983
Capps empezó a plantearse la mejor manera de sacar Alice al mercado. Una posibilidad era publicarlo a través de Electronic Arts, la cual había sido fundada un año antes por Trip Hawkings, el que fuera jefe de marketing del Lisa. Pero Steve Jobs opinaba que el juego le pertenecía al menos parcialmente a Apple e insistió que fuera Apple quien lo publicara. Jobs llegó a un pequeño acuerdo con Capps, prometiéndole que Apple lo sacaría en una edición de lujo tanto en el tema del empaquetado como en la publicidad.

Alice estaba anunciado en el catálogo incial de software del Mac, aunque no estuvo disponible hasta un par de meses después. Tal y como afirmaba Steve Jobs, la caja del juego era preciosa. El disco del juego estaba empaquetado en una pequeña caja de tarjetas diseñada para parecer un libro antiguo y delicadamente bien impreso, con un elaborado grabado de madera en la portada que contenía el logo oculto de los Dead Kennedy en honor de uno de los grupos de música preferidos de Capps. Como el juego no ocupaba todo el espacio disponible del disco Capps incluyó también algunos detalles más, como por ejemplo un tipo de letra nuevo o Amazing, un fascinante programa que había escrito para generar laberintos.

Cuando vi la caja final ya terminada, me sorprendí bastante al descubrir que el juego ya no se llamaba
Alice, porque por lo visto ese nombre ya lo tenía registrado una empresa para su programa de bases de datos. Por lo tanto, fue rebautizado Through The Looking Glass para su estreno comercial.

Por desgracia, Apple nunca realizó el prometido esfuerzo de marketing con el programa. Estaban en un dilema porque el mercado no entendía todavía las ventajas de un interfaz gráfico de usuario, porque para la mentalidad de la época los gráficos significaban juegos y el Mac tenía la fama inicial de no ser un ordenador para los negocios. Por lo tanto, Apple no quería promocionar mucho los juegos para el Mac en aquellos momentos, por muy fantásticos que estos fueran, por lo que el
Alice nunca llegó a alcanzar a la notoriedad que merecía.

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