miércoles, 26 de noviembre de 2008

Qué dificil es ganar dinero haciendo juegos...

Desde ayer martes 25 he leído en varios sitios los resultados de un estudio que dice que el 80% de los juegos publicados no son rentables. De hecho, el estudio dice que el 80% de los juegos cuyo desarrollo comienza es cancelado sin ver la luz. Cruzando datos, tenemos que sólo el 4% de los juegos que se empiezan a hacer darán dinero, por lo que el 96% de los proyectos (casi todos) serán un fracaso económico.

Es curioso que este estudio acabe de salir a la luz, porque por circunstancias de la vida he estado probando desde este fin de semana el juego Belief & Betrayal, una aventura gráfica para PC, y me estaba haciendo la misma pregunta: ¿sacar un juego así al mercado es rentable?

El juego en cuestión, como digo, es una aventura gráfica. Ni siquiera sabía que existía, por lo que a nivel de promoción, poca ha tenido, tal vez en ambientes especializados (léase webs dedicadas a las aventuras gráficas), pero en la prensa de videojuegos más general no me suena en ningún momento haber oído hablar de él.

Por lo tanto, ¿cuántas copias esperan vender? No creo que muchas, por lo que a poco que se haya subido el desarrollo del mismo veremos a ver si recuperan la inversión.

Lo cual es bastante triste, porque este juego en concreto no es, ni de lejos, ninguna maravilla, pero sí es mejor que algunos truños que he visto con mucha más promoción y que seguro que han vendido más.

Pero el problema no es ese. Si sabemos que casi todos los juegos que se empiezan serán un desperdicio de dinero... ¿por qué las compañías siguen apostando por sacar juegos?

Pensando en ello, se me ocurre que es por el mismo motivo por el que mucha gente intenta ser artista o deportista. Porque los que tienen éxito (iba a decir los buenos, pero los buenos no siempre logran el éxito y los que lo logran no siempre son buenos) obtienen mucho éxito. Es lo que Nassim Nicholas Taleb denomina un cisne negro, y es lo mismo que explican Steven D. Levitt y Stephen J. Dubner en su libro Freakonomics de los traficantes de crack.

La idea es la siguiente. Tenemos grandes ganadores que se lo llevan todo (bueno, un grupo de pocos ganadores que entre todos se lo llevan todo), como pueden ser Microsoft, Blizzard, EA, Capcom, Sony, Nintendo y algunas compañías más que consiguen grandes éxitos multinaciones con sus juegos. Luego están el resto, infinidad de pequeños estudios y empresas que se crean intentando ser el próximo ganador. De todos estos que se crean casi nadie lo conseguirá, pero el que lo consiga se hará de oro. Por lo tanto, como la recompensa de ser uno de los poquisímos elegidos es muy alta, la gente lo sigue intentando.

A esto ayuda que los grandes no siempre son los mismos, van rotando, lo cual hace que a priori cualquiera pueda ocupar el sitio de un jugador de primer nivel que parece intocable. Y es que torres más altas han caído, como por ejemplo SEGA, Acclaim, a punto estuvo Nintendo o Atari, y otras han surgido de la nada, como ID en los 90 o Epic Games con su Gears of War.

En definitiva, lo que quería decir es que los números cantan. Independientemente de que los resultados del estudio sean correctos y no se haya cometido ningún error, la mayoría de los proyectos nuevos no llegarán a buen puerto y los que lleguen serán un fracaso económico en su mayor parte. Pero eso no hará que tengamos menos juegos, sino que, como los ganadores consiguen un éxito tan rotundo, siempre habrá nuevos intentos de convertirse en el nuevo ganador.

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