lunes, 3 de noviembre de 2008

World of Warcraft

Hace nada que ha salido la segunda expansión del archiconocido juego de rol masivo online World of Warcraft titulada Wrath of the Lich King, esto unido a que cuando jugué al Warhammer online me dejó muy buen sabor de boca y con ganas de jugar a más JDRs online, he decido que voy a volver a meterme en WoW.

En principio simplemente voy a contratar un mes y luego dependiendo de cuánto juegue ya veremos si sigo o me limito a uno o dos meses, Dios dirá.

Por supuesto que no soy novato en estas lides, ni tampoco en el juego. el WoW me lo regaló mi hermano para mi cumpleaños, en octubre del 2006, y lo estuve jugando unos meses hasta que casi se había convertido más en una obligación que en algo que me apeteciera hacer (ya que estaba pagado y encima era un regalo, había que aprovecharlo).

Incluso sin instalar las actualizaciones, que por lo que he leído se disfrutan más cuando tienes niveles avanzados y creo que cuando jugué tenía tres personajes y ninguno llegó a alcanzar el nivel 30, lo que me gustaba era la gran variedad de escenarios y situaciones que tenía el juego. A fin de cuentas, podías personalizar de múltiples maneras tu personaje y hacerlo único.

Aparte, en este tipo de juegos, los años no hacen al juego obsoleto sino todo lo contrario, puesto que son juegos que están vivos y se van actualizando cada poco. Y el hecho de tener más de 10 millones de suscriptores sólo indica el enorme éxito del mismo.

De todas formas, no es oro todo lo que reluce. Para mí, estos juegos adolecen de un fuerte problema: son como un JDR normal y corriente pero con chat. Es decir, el mundo está vivo y no lo está. Si coges y te cargas a alguien (un personaje no jugador) ese personaje volverá a aparecer al poco, y podrás volver a matarlo. Tú y todos los demás.

¿Comprendéis lo que quiero decir? Tu personaje no es todo lo único que debería ser, no ha vivido nada que los demás no hayan vivido, ni ha visitado parajes que los demás no han visitado.

Imagino que todo dependerá de lo que hagas con el multijugador, las guerras en las que te metas y demás. La otra vez casi no utilicé el multijugador, en el sentido de que yo iba a mi bola y de vez en cuando hablaba con alguien para hacer una misión especialmente difícil juntos, pero ya estaba. No me metí en ningún clan (o como se llamen en este juego, ahora no lo recuerdo) ni nada, sólo iba pegando espadazos o lanzando hechizos a todo lo que se movía.

En fin, le daremos una nueva oportunidad al juego (sobre todo porque... ¡esta para Mac!). Igual me engancho de verdad y no puedo vivir sin él, quién sabe...

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