martes, 18 de noviembre de 2008

Los excesos siempre son malos

Leo en Anait Games que Un chico de 15 años ha sufrido un colapso tras permanecer 24 horas seguidas jugando con sus amigos a la nueva expansión de World of Warcraft.

El chico ya está estabilizado y no corre peligro, y por supuesto su padre ya está preparando algunas medidas caseras para combatir los excesos de su retoño, lo cual me parece bien.

Esta noticia me ha recordado a una de hace unos años de un coreano que murió en un cibercafé tras unas 36 horas de juego al Starcraft (qué curioso que ambos sean juegos de Blizzard).

El caso de este coreano era peor, porque le echaron del trabajo por su adicción al Starcraft y nada más quedarse en el paro se fue al cibercafé más cercano y se puso a jugar hasta que le acabó dando un colapso y murió de un infarto.

Así que jugar en exceso a los videojuegos es malo, y puede llegar hasta a matar, y no hay más que remitirse a las pruebas.

¿Cómo? ¿Ahora me voy a hacer antivideojuegos? Por supuesto que no. Como ya he dicho, jugar en exceso es malo, del mismo modo que es malo comer en exceso, beber en exceso (y no hablo ya sólo de alcohol) o hacer deporte en exceso. Todos los excesos son malos.

En el caso concreto de este chico de 15 años, la idea era quedar con los amigos y jugar a sacado durante horas y horas seguidas. ¿Cuántas horas? Pues aproximadamente a las 24 fue cuando le dio el yuyu. 24 horas seguidas. Eso es un exceso. Incluso 12 horas seguidas, la mitad, son un exceso aunque la salud no corra tanto peligro.

Como todo en esta vida, hay que hacer un uso responsable de las cosas, y los videojuegos, como de todo en esta vida. Espero que ninguna asociación de padres preocupados o anti videojuegos utilice este caso para mostarle al mundo lo malísimos que son los juegos. Pero vamos, como si no los conociéramos ya...

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