viernes, 28 de noviembre de 2008

Juegos de puzzles: no tan "casuals"

Podríamos decir que me chirría mucho eso de denominar casual a un tipo de jugador o hardcore, por lo que denominar a un tipo de juegos como para jugadores más casual o hardcore... pues lo mismo.

Desde luego, cada juego tiene su público objetivo, y no es el mismo el de Imagina ser mamá que el de Dead Space. Pero esta clasificación la han hecho los que se denominan a sí mismos hardcore, que en definitiva lo que quiere decir es chapado a la antigua.

Pero en fin, no pretendo crear un flamewar (madre mía la de vocablos sajones que estoy utilizando, con lo poco que me gustan) así que no seguiré por ese camino y lo dejaremos ahí.

De lo que quería hablar es de los juegos de puzzles, donde hay una serie de enigmas o similares regidos con reglas muy sencillas pero que son complicados de resolver. También incluyo en estos juegos los de tablero como pueden ser el ajedrez o las damas.

El caso es que los juegos que plantean, valga la redundancia, juegos de inteligencia son vistos hoy en día como casuals, y ya sabemos lo que un hardcore opina de estos juegos.

Y sin embargo, no tiene por qué ser así. ¿Por qué un jugador se considera "más implicado" en un juego cuando se dedica a seguir un juego con historia que cuando juega a uno que le plantea un enigma sencillo pero en el que debe devanarse uno los sesos para resolverlo?

Recuerdo los tiempos en que un juego basado en este tipo de cosas, puzzles y juegos de inteligencia, era tecnología punta. Hablo del magnífico y extraordinario The 7th Guest. Y podríamos meter también su segunda parte, The 11th Hour, pero a este no jugué.

Cuando salió en 1993 este juego sorprendía porque, tachán, ocupaba 2 CDs, siendo el primero juego comercial (al menos que se supiera) que ocupaba más de un gigabyte. Hoy en día eso no es nada del otro mundo, pero pensemos que entonces los discos duros medios podían ser de unos 80 o 120 megabytes.

Para poder ir avanzando en el juego y seguir viendo las escenas cinemáticas (video digitalizado. Sigamos recordando del año del que hablamos) tenías que ir resolviendo distintos puzzles, algunos bastante sencillos de resolver y otros de una dificultad endiablada.

Yo en aquellos entonces no tenía unidad de CD-ROM por lo que no lo pude jugar en casa, pero recuerdo cuando un amigo (que sí que tenía) me llamaba cuando se atascaba para que fuera a ayudarle a resolver algún juego.

Recuerdo cuando nos tirábamos las horas intentando resolver algún puzzle especialmente complejo y el grado de satisfacción que llegabas a sentir cuando descubrías cómo resolverlo. Y esa satisfacción ha sido muy superior a la conseguida por, digamos, pasarme el Resistance, por poner un juego algo más moderno.

Quizá aquellos que se consideren hardcore deberían darle una oportunidad a todos estos juegos, igual hassta se sorprenden...

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